Cuando despertó, la ballena todavía estaba allí.

Angélica Escoto 2021

Cambiaré la semiótica del dinosaurio en el pensamiento existencial por la semiótica de la ballena. Podría apropiarme del cuento de Monterroso para el título de esta pieza: “Cuando despertó, la ballena aún estaba ahí” o más fantástico, cuando despertó, la ballena era una duna. He empezado a contar que estoy por escribir mi inmersión al vientre de una ballena, no es que quiera parecer exótica, ni profunda, sino que quiero experimentar con la imagen, las palabras y mis sentidos la inmersión a los órganos gigantes del cetáceo y por qué no ó por qué sí. La única que no lo podría creer sería yo misma y ahora me permito inventar que estoy dentro de una ballena.

¿Cómo será recorrer los intestinos oscuros de la ballena? ¿Me toparé con otros parásitos que emitan luz? Al palo fierro y al copal le salen unas ramas con su propia germinación, son como ojos diminutos que al aplastarlos brinca la semilla húmeda en una gelatina acuosa; pero los parásitos exteriores de la ballena tienen una morfología aberrante. Es un tipo de crustáceo sésil, su caparazón externo de calcio genera una resistencia que atraviesa la piel y la grasa de la ballena; se llaman balanus y son los cirrípedos más abundantes en los océanos. Fueron la pasión de Darwin por más de una década. La mayoría son hermafroditas y su reproducción es difícil ya que no pueden salir de sus conchas. Por esta limitación han desarrollado el mayor órgano copulador, proporcionalmente hablando del reino animal. La ballena tiene por todo su cuerpo decenas de estos crustáceos en forma de volcán.

¿Cómo se conduciría mi cuerpo en la oscuridad? ¿Cómo me veré maromeando con mis antenas en forma de krill buscando una corriente, asustada, contraída, atragantada, en calma, desnuda o vestida con mi websuit, intentando mover mis extremidades directo a las entrañas laberínticas de la ballena? Seguro es otra dimensión y por su puesto indivisible ¿qué es indivisible? Aristóteles creía que la materia era continúa, es decir que un pedazo de materia se podía dividir sin límite en partes cada vez más pequeñas, así que nunca se tropieza uno con un grano de materia que no pueda continuar dividiéndose. ¿Será cómo caer en un “agujero negro”, donde se puede entrar pero nunca salir? aunque en él la información cae pero no desaparece ¿entonces qué ocurre con esa materia incluyendo la luz? ¿Será verdad que nos abre puertas hacia mundos paralelos y desconocidos? Stephen Hawkins aseguró que no es un hoyo tan oscuro como se piensa y los humanos no desaparecerían al caer, sino que toparían con una singularidad desnuda y en lugar de chocar con ésta podrían atravesar un agujero de gusano para salir en otra región del universo.

Una inmersión es un cuerpo duro sobre uno líquido, aunque las experiencias inmersivas no se limitan al medio audiovisual sino pueden hablar de cualquier sentido o de todos. Los recuerdos a partir del olfato se almacenan en la parte más antigua del cerebro. Se ha creído durante mucho tiempo que ciertos recuerdos vienen evocados por sabores de la infancia, pero no es así porque las células gustativas tienen una baja capacidad de renovación, por eso el recuerdo recaé justamente en el olfato, el único sentido que podría salvarte la vida.

 

Aguzo mis sentidos y veo pasar medusas, cientos, miles, que digo miles, son millones. Para permanecer en calma juego con las palabras y susurro intestino, instinto de ballena ó instinto del intestino de ballena, algo así. Me gustan los sonidos de las palabras y armar trabalenguas, pero al repetirlo siento copépodos que rozan mi cuerpo, son cientos, miles que digo miles, son millones, estos crustáceos forman parte del zooplancton, son los seres más abundantes y ordinarios que habitan los océanos de la Tierra. Tienen un solo ojo que evolucionó de dos ojos que se fusionaron, carecen de caparazón y poseen cuatro pares de apéndices toráxicos que le sirven para nadar con un cuerpo fosforescente.

Adentro de los intestinos de la ballena podría entrelazarme con esas fibras que procesan el placer, ya que mis células humanas se comparten con los simios delfines y cetáceos porque sus neuronas también están envueltos en procesos cognitivos como el aprender, recordar, reconocer y sentir.

¿Cuánto tiempo tiene que pasar para que una ballena quede sólo en huesos blancos, cuántos años para que esa materia gelatinosa que sujeta la columna vertebral se rompa y separe a más de cien piezas? Por qué los dinosaurios no sobrevivieron y los mamíferos ahora son más grandes e imponentes que ellos?

Los dinosaurios es lo mejor que nos ha pasado, si no hubieran desaparecido seguiríamos siendo un huevo, según Isak Asimov en los “Lagartos terribles. Asimov desmetífica a los dinosaurios, los reptiles que dominaron millones de años la Tierra, pero no eran tan inteligentes, ni tan agresivos como terminaron el imaginario de la zoología, pero sin duda a su extinción debemos nuestra existencia. Reptil es igual a escamas, mamíferos a pelo, aves a plumas.

Cuántos años y cuántas veces fui a contar ballenas en la laguna de Scamoon Melville, ahora Ojo de Liebre. La ballena viendo a la tierra, la ballena viendo la orilla, la ballena viendo a la gente y entonces ella escuchando un silbido como si alguien llamara a un perro !Soplo a la vista! Sí, es un soplo y cada tres segundos el mismo soplo y después de no oír más que cientos de soplos durante una hora, hay un ritmo con soplos más altos y otros más bajos, es un rito de soplos o ritmo de soplos de ballena. Es una canción de soplos. Si yo fuera coleccionista de sonidos grabaría cuando la ballena expulsa su placenta, el único órgano efímero de los mamíferos y también grabaría el aleteo de los peces cuando devoran este pulmón fetal. El peso es sonido. Pienso en el artista e inventor Ariel Guzik y su Laúd Plasmath, un instrumento de cuerda con sensores electromagnéticos que conectó a los cactus para escuchar la música que producen éstos.

Estoy en un cementerio de ballenas, lo sé porque sus esqueletos están por todos lados. Aunque también estas corrientes del norte pueden traer hasta esqueletos de secuoyas. Encontré unas barbas de ballena secas. Las barbas de ballenas son una serie de placas paralelas suspendidas desde el paladar hacia ambos lados de la boca, ellas permiten una alimentación eficiente en grandes cantidades de zooplancton. Tomando el lugar de los dientes, las barbas de ballena soportan sin fracturarse toda una vida de fuerzas, generadas por el flujo del agua y las presas. Por el día y la noche en la bahía puede haber silencio o ruido como la marea, el viento, abejas, moscas, abejorros, libélulas, mariposas miniaturas de todos colores, de todos tamaños, zorros, gatos montés, perros, muchos perros, los aullidos de coyotes, el soplo de las ballenas, su canto, o llanto, gaviotas, cuervos, patos buzos, focas, pelícanos, águilas pescador, ardillas ratones, pájaros, muchos pájaros de mar y de desierto, cristales, láminas, botellas que silban, voces de humanos que llegan con el aire, las choyas que friccionan sus espinas y hacen una música, todas las plantas tienen un sonido, aquí en el desierto son tantas.

Todo el día hizo viento del “Norte” es una analogía del ruido de la arena o el mar con la de mi sangre que resiente un aislamiento consentido. Corté cuatro lomboys rojos para ver su adaptación en Tijuana, me los llevaré con tierra de aquí. Sería una pieza sobre paisaje. Voy a ver qué es lo que hace ruido no identificado en el porche de la casa; el viento silba. La casa truena, no es tan fuerte para estos aires. Ha tenido tantos traslados y accidentes, es de los años 70’s, sabe, o quizá hasta es más vieja. Está rota, tengo que ponerle una buena madera para que soporte el viento y no rechine tanto. Quiero saber sobre el calculo y el juicio de la inmovilidad de las plantas. Encontré en la estética de la flora del desierto, la curva de Koch, una línea fractal que se multiplica al infinito. ¿Cuándo empezaron a existir las plantas, cuánto tiempo tienen en la península, cuánto tiempo tiene este archipiélago? Los animales las fertilizan y las oxigenan. También tienen sentimientos, pueden vivir emociones de dolor y miedo, las neuronas son sus raíces que dependen las una de las otras, la energía solar que nos llega es atrapada por las plantas, sin las plantas no tendríamos energía, duermen durante la noche, se comunican a través de moléculas volátiles, los sonidos de las raíces, el infrasonido con frecuencias muy bajas y que no los oigamos no quiere decir que no existe, todo vibra produce sonido, tienen sensores auditivos, diferentes a los de animales y hombres. Tienen memoria para reconocer quien les hizo daño, son como animales solo que sin movilidad. La flora que habita las dunas tiene una flor blanca que mide menos de un centímetro, sus pístilos son amarillos, en cada viaje las observo con morbo, todas tienen algo exótico que me conmueve. Acabo de encontrar un nido en un palo seco que tiene palos verdes y descubro que es el palo fierro. Está hecho con varitas, pelusas, plumas, vainas, hojas y flores secas, no le entra ni aire, ni agua, ni luz . Vi a su huésped, era un pájaro amarillo de tamaño pequeño.

Don Francisco me dijo que con las raíces rojas del matacoras pintaron las pinturas rupestres de San Francisquito. Las algas y los corales son analogías del sistema circular. El palo fierro es un árbol que nace de un árbol seco, ya lo había dicho, creo. Es un tronco seco que avienta una rama verde, para que sea otro árbol. Los dos conviven juntos. Cuesta trabajo encontrar donde está el vivo y dónde está el muerto. Lo he visto florecer sólo una vez en 20 años, sus flores son lilas, es un ave Fénix . El lomboy rojo me fascina por su forma de neurona. ¿No sé qué descubrí primero, si los dibujos de neuronas del científico y artista Santiago Ramón y Cajal o el lomboy? El copal es excitante, quiero tener uno en el jardín de Tijuana. La choya es extravagante por sus espinas que asemejan alfileres dorados, parece lámpara. Los tallos del matacoras, son corales negros, he aprendido cuales son más resistentes a estar cerca del mar. El sirio ha respondido maravillosamente pero crece lento, me excita las formas del copal con sus flores que le brotan de un brazo con otro brazo delgado y son rojas. Varios parecen corales amarillos, negros, verdes, humo cenizo, limón, verde olivo. Se secó el torote donde me hice más de tres autoretratos. Las semillas son minúsculas, durmientes, esperando un suceso para que germinen, para adaptarse al lugar y aferrarse a la vida, al espacio, una piedra, la ayuda de una fricción, el chubasco de un huracán, pienso en Tolkien y sus árboles hablantes, caminantes o amenazantes. Vi un pajarito buscar comida o material para su nido sobre las algas secas, se mantiene volando sin moverse del lugar y aguza la mirada hacia la arena y se deja caer para salir victorioso, también viene todos los días un colibrí a buscar cenizas en la fogata. Las algas solo se ven cuando es la marea más baja del mes y salen a la superficie colgando del fondo hacia arriba, son lianas que guardan muchos peces y larvas de plancton. Son tan largas y fuertes que pueden ahogar a una foca, lo sé porque Tony y yo rescatamos una; fuimos hasta ella en el cayak e hizo contacto con nuestros ojos y lo festejó saliendo una y otra vez del agua para darnos las gracias. La simbiosis de las dunas y las plantas, me intriga el tiempo y el espacio en el cuerpo de la planta, aunque una planta se considera que no tiene cuerpo.

El tiempo imaginario nació para unir la gravedad y la mecánica cuántica. En Guerrero Negro, la referencia del tiempo, son también sus dunas que nacen y mueren transformando la geografía. Aquí juego a medir dunas bebés con los perros, ¿no es maravilloso? Eso me ocupa varias horas al día. Es una tarea muy difícil medir dunas nacientes, debo tener cuidado de no destruirlas. Una vez vi una bebé duna en forma de corazón. La erosión también tiene un sonido, acabo de leer que durante las tormentas de arena en Marte, por su escasa gravedad, sus granos saltan unos sobre otros 100 veces más alto y 10 veces más rápido que en la Tierra. La casa parece que se va a ir volando. También me senté a ver como un águila desollaba un pescado arriba de un cardón. A un lado de mí había un palo fierro y descubrí que era el hogar de una liebre, la tenía decorada con semillas de dientes de león, hojas secas y espinas. El olor de la gobernadora es excitante, te guía por el desierto, pero la reina es la choya, es intocable, esculturalmente peligrosa con capullos amarillo-rojizos y de su flor nace otro brazo. ¿Cómo muere una planta gigante, por sed, por enfermedad por frío, por un huracán? Pienso en las escenas que existieron y que no quiero detallar como la imagen dolorosa de mi padre muerto a la orilla de su cama en un charco de sangre y entrando el aire por la ventana que da a un jardín que se bifurca. El amaba las plantas y las sembraba para degustarlas y admirarlas. Nos arrepentimos, esperamos, tememos y amamos con las imágenes, lo dice Berger y que estas emociones, guiadas por nuestra capacidad de razonamiento, proporcionan la energía para convertir las imágenes y utilizarlas con fines creativos, morales y políticos.

No voy tras la moralidad de Charles Scamoon Melville, el biólogo mata ballenas, pero busco sus rastros, el fue contemporáneo de Herman Melville, el creador de Moby Dick. Descubrí que los dos llevan el mismo apellido y que de alguna manera los dos tuvieron algo que ver con el dolor de los cetáceos. Ya había escrito esta pregunta pero vuelvo hacerla: ¿los dos llegarían a conocerse? Scamoon Melville dejó un libro con los dibujos de los órganos de ballenas, existe hasta un un feto de ballena y aquí es donde me nace apoderarme creativamente de la imagen del genio y artista noruego Lenart Nilsson para crear un feto de ballena con el proyecto “born life”.

“Soplo a la vista”! Una frase de júbilo para los cazadores de ballenas. Scammon Melville, el biólogo y Hernan Melville el escritor, los dos cazaron ballenas, uno por aventura y otro por dinero y poder.
Soplo a la vista! Gritaría muchas veces Charles Scammon Melville, el biólogo; analogía de un Ahab, creado por Hernan Melville el escritor, los dos cazaron ballenas, tienen que entender mi descubrimiento.
Charles Scamoon Melville es Ahab observando, dibujando, escribiendo, matando ballenas, descuartizándolas, parte por parte con una gran sierra que agarran dos hombres por cada lado y corta la carne en círculo y separa la grasa.

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